sábado, 18 de enero de 2014

Heliostatos, la solución para ciudades con falta de luz solar

Las tres historias de esta entrada tienen un denominador común: La ausencia de sol. La falta de luz solar impide la sintetización de la vitamina D, y puede provocar depresión. La gente lo combate tradicionalmente con aceite de ricino, rico en vitamina D, y haciendo mucho deporte, que genera serotonina necesaria para mantener el ánimo. Otras soluciones aportadas pueden ser lámparas de luz natural y la huida hacia países con sol.Pero en los tres casos que os vamos a mostrar la solución ha sido otra.



RJUKAN, NORUEGA

Durante los meses de invierno el sur de Noruega sólo ve el sol cinco horas al día, al norte pasan una noche que dura dos meses. Este es el principal motivo por el cuál tantos noruegos visitan España. En el caso de Rjukan (3.000 habitantes), no sólo la latitud provoca la falta de horas de sol, sino el encajonamiento en un valle. Este motivo provoca que de septiembre a mayo la luz del sol sólo ilumine sus montañas y no sus calles.


Valle en el que se encuentra la ciudad de Rjukan

Ahora un gran heliostato refleja el sol de la montaña a la plaza del ayuntamiento. El invento consta de tres heliostatos que suman una superficie de 51 metros cuadrados y consigue reflejar entre el 80 y 90 por ciento de la luz solar a un área de entre 200 y 600 metros cuadrados, a medio kilómetro. Los espejos siguen el movimiento del sol, para lo que utilizan energía solar y eólica. Su construcción ha costado 5 millones de coronas (600.000 €).
Un heliostato es un dispositivo capaz de rastrear el movimiento del sol. Se utiliza para orientar un espejo durante el día con el fin de que este reflecte la luz del sol en una dirección concreta. Cuando se unen varios heliostatos para que trabajen a la vez, la luz que se emite puede generar una gran cantidad de luminosidad y calor orientados hacia un mismo objeto


Heliostatos situados en las montañas del valle

Algunas cosas empiezan a cambiar, empezando por la fiesta que celebran para recibir el sol que se ha adelantado y siguiendo por la peatonalización de la plaza e instalación de bancos . Gracias a los heliostatos la plaza es el punto de encuentro para los vecinos.


Perspectiva de los espejos desde la plaza central

La idea surge de un artista noruego de 40 años, Martin Andersen,  que en un principio no había recibido el apoyo del pueblo. Tuvo la idea nada más llegar a la ciudad, tal y como él mismo lo explica "tenía una hija pequeña y todos los días quería que estuviera al sol, cada día tenía que andar más y subir más a la montaña, así que se me ocurrió traer el sol aquí en vez de perseguirlo". Tras estudiar la viabilidad del proyecto gracias a una beca municipal, pasó ocho años buscando financiación para ejecutar finalmente dicho proyecto.  
Sin embargo esta idea cumplió ya un siglo, y todo debido a una impresionante cascada que actualmente ya no existe. En este valle posiblemente no existiera población, si en 1905 la empresa de fertilizantes Norsk Hydro,que utilizaba la cascada para generar energía, no se instalara en esta ubicación. En torno a esta compañía del noruego Sam Eyde, se fue construyendo el pueblo de Rjukan. Actualmente dicha cascada esta convertida en una central hidroeléctrica. 


Central hidroeléctrica de Rjukan

El 31 de octubre de 1913, cuando el pueblo estaba despidiéndose del sol hasta marzo, el contable de la empresa Oskar Kittelsen publicó en el periódico local una idea, instalar un gran heliostato en la montaña que reflejara la luz del sol hacia el pueblo. En ese momento la idea de Kittelsen tuvo su interés pero se descartó por las dificultades técnicas.
La solución en aquel momento fue construir en 1928 el Krossobanen, el primer teleférico del norte de Europa por la propia Norsk Hydro. La finalidad de dicho teleférico era que sus trabajadores y sus familiares pudieran subir a la montaña a sentir el sol durante el invierno. Actualmente este teleférico sirve como acceso al Parque Natural de Hardangervidda, uno de los mayores de Europa.


Perspectiva de la plaza iluminada desde la ubicación de los espejos

Esta historia ha aparecido en más de 1.100 medios de comunicación de todo el mundo, lo que ha supuesto una campaña de marketing que la consultora First House ha valorado en 24 millones de euros y eso sin valorar las apariciones en televisión. Como dato curioso, Rjukan ya no es la primera vez que es conocida mundialmente, ya que durante la II Guerra Mundial esta población fue un elemento clave en la carrera por conseguir la bomba atómica.


Panorámica de la plaza con el reflejo de los heliostatos

Sin embargo desde que hace un siglo se le ocurriera a Kittelsen hasta hace una década que se le ocurrió a Andersen la idea de los heliostatos no ha estado totalmente abandonada. En 1967, el periódico local publicó un proyecto más complejo que los anteriores con centenares de heliostatos que reflejarían la luz del sol a toda la ciudad, incluso hablaba de la posibilidad de tener viñedos y naranjos en el valle. Fue el 1 de abril,día de los inocentes en Noruega. A continuación se muestra un vídeo dónde se muestra una explicación del sistema:




RATTENBERG, AUSTRIA

La ciudad austriaca de Rattenberg, situada a 40 kilómetros al este de Innsbruck, tiene un serio problema. En las últimas dos década, su población ha ido emigrando progresivamente por causa de falta de luz solar. La ciudad fue levantada en el siglo XIV junto a la colina de Rat, de 900 metros de altura, con el fin de proteger a sus habitantes. Pero dicha colina es el principal problema por el cuál los rayos solares no alcanzan la ciudad que vive en un estado de umbría casi permanentemente durante los meses de otoño e invierno.


Ciudad austriaca de Rattenberg

Pero Rattenberg ha solucionado su problema gracias a un sistema de espejos cuyo proyecto ha sido realizado por una empresa austriaca llamada Bartenbach. El proyecto consiste en instalar 30 heliostatos o espejos rotatorios, que se situarán en un lado de la colina de Rat y que atrapará los rayos solares para devolverlos a la ciudad durante las hora en que la luz ya no alcanza las calles debido a la montaña.


Heliostatos ubicados en la colina de Rat

La empresa Bartenbach Lichtlabor Gmbh Austrian utiliza este tipo de sistema en diversas partes del mundo: iluminación de sótanos en Europa, en estaciones de ferrocarril e incluso en mezquitas de Arabia Saudí. Los investigadores y científicos de la empresa austriaca aseguran que su tecnología se encuentra ahora mismo en un punto lo suficientemente avanzado como para intentar iluminar una ciudad entera con este sistema. Sin embargo, resulta extremadamente caro. La Unión Europea ha corrido con la mitad de los dos millones de euros que ha costado la instalación, y la propia compañía se ha hecho cargo de unos 500.000 euros de gastos, con el fin de promocionarse a si misma con dicho proyecto. A raíz de este proyecto otras seis ciudades austriacas y suiza han mostrado ya su interés por el sistema.


Sistema de funcionamiento de los heliostatos

El funcionamiento  de esta tecnología requiere básicamente de la luz solar y de que ésta sea dirigida con buena puntería hacia el objetivo marcado. Incluso los espejos más modernos distorsionan la dirección de la luz y son vulnerables a los fuertes vientos.
Para evitar estos problemas, se plantearon una docena de áreas en las que colocar los espejos por la ciudad, de manera que la gente pueda aprovechar los rayos solares en diversas ubicaciones. Los espejos reflectarán la luz varias veces al día hacia las fachadas de los edificios, con el fin de que el anochecer tarde más en cernirse sobre las casas.


VIGANELLA, ITALIA

Viganella es un pequeño pueblo italiano que carece por completo de luz solar durante el invierno. Concretamente esta población italiana se queda sin la luz del astro rey desde el 11 de noviembre hasta el 2 de febrero, lo que supone 80 días privados de sol, o así al menos lo era hasta diciembre de 2006.


Ciudad de Viganella iluminada por el heliostato

A un arquitecto y diseñador de relojes de sol, Giancomo Bonzane, se le ocurrió una idea para que el pueblo dejara de estar sumido en la oscuridad durante este periodo. De esta idea surgió un heliostato que refleja la luz solar sobre el pueblo. 



Esquema del sistema de iluminación de Viganella

El espejo es de 40 metros cuadrados, 8 metros de ancho por 5 metros de altura y está situado a unos 870 metros por encima de la localidad. Lo realmente increíble y lo que ha contribuido a convertir este pequeño pueblo en reclamo turístico, es que el espejo además está controlado por un programa informático que rastrea el sol y hace que los paneles del espejo se inclinen y giren, de manera que los rayos se reflejen siempre hacia el pueblo.



Heliostato de Viganella

El espejo es de origen español, ya que ha sido fabricado en Huelva.Este hecho ha provocado que dos niños uno de Huelva y otro de Viganella, fueran los encargados de pulsar el botón que accionó el espejo en la inauguración.  A continuación se muestra un vídeo donde se muestra el sistema de iluminación solar de Viganella:




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